En esta sección encontrarás nuestra selección de vinos finos.
Es un vino blanco seco típico de varias zonas de España, el cuál ha sido encabezado (se le ha añadido alcohol vínico) y se ha sometido a un proceso de crianza biológica bajo velo de flor mediante el sistema de escalas, criaderas y soleras.
Los vinos finos son elaborados principalmente en las localidades pertenecientes al Marco de Jerez, siendo Jerez de la Frontera y el Puerto de Santa María los dos grandes núcleos productores de estos vinos, y cuya tradición elaboradora cuenta con varios siglos de trayectoria, contando con grandes y reconocidas marcas.
También nos encontramos finos en la provincia de Huelva. Tradicionalmente, en el Condado de Huelva se han elaborado estos tipos de vinos a los que se les ha nombrado como Condado Pálido.
La tercera zona productora de vino fino sería Montilla Moriles, donde la uva Pedro Ximénez es la gran protagonista.
Los finos del Marco de Jerez se elaboran con uvas Palomino Fino. En Huelva también se utiliza la Palomino y en Montilla Moriles la Pedro Ximénez.
El encabezado es el incremento de grado alcohólico de los vinos mediante la adición de alcohol vínico. Es una técnica enológica que se utiliza para definir el tipo de crianza que queremos llevar a cabo en un vino. Para los vinos finos, se encabeza hasta unos 15 º/Vol. Este porcentaje no es una cifra caprichosa elegida al azar. La razón de fortificar hasta conseguir este porcentaje de alcohol es que con esa cifra se protege el vino pero se permite el desarrollo del velo de flor, fundamental para la elaboración de vinos finos.
El encabezar los vinos finos hasta los 15 º/Vol permite el desarrollo del velo de flor. El velo de flor es una capa de levaduras de cierto grosor que se desarrolla sobre la superficie del vino y que produce una serie de cambios físico-químicos en el mismo que darán lugar a la finura, palidez y características organolépticas típicas de los vinos finos. Esta crianza se denomina crianza biológica al ser llevada a cabo por organismo biológicos como son las levaduras del velo de flor.
Este sistema es clave en la elaboración de estos vinos. Consisten en la colocación de varias hileras (normalmente 3) de botas superpuestas una encima de otra. La más cercana al suelo se denomina solera y las superiores criaderas.
La crianza mediante este sistema, consiste en sacar el vino final para comercializar de la solera, y rellenar el hueco que queda en las botas de la solera con el vino de la criadera superior. Y así sucesivamente, hasta llenar el hueco de la criadera superior con vino nuevo.
El objetivo de este sistema es conseguir un producto homogéneo. Al ser el vino final una mezcla de diferentes añadas se consigue tener una estabilidad en la calidad del producto final.
Este sistema tiene su matiz romántico, pero también muy real, de que cuanto tomamos una copa de un vino fortificado elaborado por el sistema de criaderas y soleras, en cierto modo estamos bebiendo la historia de esa bodega, al retirar para embotellado una parte de la solera y recebar con vinos de añadas anteriores, siempre queda algo de las añadas mas antiguas, por lo que en cierto modo, en cada copa de este tipo de vinos siempre está presente, por mínimo que sea, un porcentaje de cada añada que ha tenido la bodega.
Son vinos pálidos. Suelen presentar un color amarillo pajizo brillante, que pude evolucionar a ciertos tonos dorados dependiendo de la filtración y la edad.
En boca son vinos secos, normalmente muy secos. Son punzantes en nariz con aromas a levaduras procedentes de la crianza biológica.
Se recomienda servirlos bien fríos, entre 6 y 8 ºC.
Son perfectos como aperitivo. Ideales para acompañar a un buen jamón o lomo ibérico o un buen tapeo. Van muy bien con quesos, pescado frito, tortillitas de camarones, frutos secos, mariscos y tortillas.
A continuación encontrarás nuestra selección con los mejores finos del mercado para comprar. Elige y disfruta del tuyo o atrévete a probar alguno nuevo.
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